Don’t you remember…?

 

En varias ocasiones dijiste que me querías. Varias veces nos distanciamos y siempre volvíamos a vernos porque yo te hacía falta. O al menos eso decías. También llegué a pensar en la posibilidad de que tú y yo estuviéramos juntos, pero nunca te dije nada. Nunca dijimos nada. Eso fue lo que provocó que todo terminara. Pero tú me cambiaste, me sustituiste con alguien más. Y lo peor es que ahora estás con esa persona. Aunque no lo quieras reconocer, me desechaste, me reemplazaste. Dices que aún me quieres, que no me puedes olvidar. Pero qué fácil fue eliminarme de tu vida. No te creo nada. Se nos fueron más de dos años en mentiras, en ensoñaciones, en nada… Vengo a escribirlo aquí porque no quiero decírselo a nadie, ni siquiera a ti. Me anulaste, me hiciste sentir que no soy digna de ti. Bueno, tal vez así sea, tal vez no soy digna de ti ni de otras personas. Tal vez sucede lo que me dijeron alguna vez: a mí nadie me pide matrimonio. Ni noviazgo. Ni mi amor. No importa. Levantaré el rostro y fingiré que no pasó nada, como siempre. Poco a poco se me irá olvidando. Pero por lo pronto, no quiero volver a verte nunca. Necesito, me urge hacer de cuenta que nunca te conocí, que no sé que existes. No quiero que estés en mi vida ni en mi pensamiento. No quiero que seas un mal recuerdo, porque, de entrada, no quiero que seas un recuerdo. Quiero anularte, reemplazarte, desecharte. Quiero que desaparezcas. Quiero que seas feliz sin que yo lo sepa. Quiero que seas feliz sin que yo te sepa. Y quiero, sobre todo, ser feliz, feliz, feliz. Feliz conmigo. Feliz sin ti.

 

Necesito decirte que…

 

Me gustas.

Nunca te he visto.

No sé a qué hueles ni cómo miras.

No sé de qué lado de la cama duermes o en cuál posición.

No sé qué salsa le echas a los tacos ni cómo tomas el café, pero me gustas.

No te conozco, no sé cómo suena tu voz ni qué sensación produce tomar tu mano.

 

Me importas.

No sé qué es lo que amas o qué es lo que más te importa, pero a mí me importas.

No sé a quién quieres más en este mundo.

No sé en quién piensas antes de cerrar los ojos y dormir.

No sé qué piensas cuando abres los ojos y te levantas.

 

Te quiero.

No sé quién o qué te infunde ganas de vivir, pero te quiero.

No sé si alguna vez piensas en mí.

No sé si te he causado, aunque sea, un mínimo interés.

No sé si te provoco un sentimiento, el que sea.

No sé si sabes que estoy aquí.

No sé si algún día te encontraré.

No sé si alguna vez me encontrarás.

Sólo sé una cosa.

Una sola cosa.

 

Me gustas, me importas y te quiero.